Se acerca el verano y con él, las vacaciones tan esperadas que nos permiten desconectar de nuestra rutina diaria, (trabajo, obligaciones cotidianas…). Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un tiempo de descanso para recuperar el equilibrio y liberarnos del estrés que hemos acumulado durante todo el año. Sin embargo, nos cuesta cada vez más desconectar e incluso el estar de vacaciones se puede convertir en un factor de estrés. Podemos observar a personas respondiendo emails de trabajo desde la playa o atendiendo llamadas laborales desde la montaña. Por ello, practicar mindfulness en verano puede ayudarnos a encontrar esa relajación que tanto buscamos. Nos ayudará a:
Disfrutar más de nuestras vacaciones: las vacaciones son necesarias para poder seguir el ritmo que nos marcamos durante el resto del año. Practicar mindfulness en verano, en la playa o en la montaña, hará que nuestros momentos de relax se potencien y nos permitirá desconectar de todo lo que nos rodea.
Mejorar nuestro estado de ánimo: el Mindfulness se ha introducido en la sociedad occidental a través de la psicología y la medicina y está probada su eficacia científicamente para reducir los niveles de estrés, aumentar nuestra conciencia, mejorar el bienestar personal, … Por todo esto, se puede decir que ayuda a estar en equilibrio emocional, atendiendo a nuestras necesidades presentes, tanto de nuestro cuerpo como de nuestra mente
Reparar nuestro sueño: practicar Mindfulness en verano hará que consigamos un sueño más profundo y reparador. Realizar ejercicios de respiración antes de dormir, puede ayudarnos a conciliar el sueño.
Desarrollar relaciones positivas: los días de verano son excelentes para compartir con nuestra pareja, amigos o familia. Si nosotros estamos relajados, eso es lo que transmitiremos a los demás.
Aprender a disfrutar del momento: saborear los pequeños/grandes momentos en las vacaciones y vivir en el aquí y el ahora, nos permite disfrutar de lo realmente importante. Aprender a relativizar será otra de las aportaciones del Mindfulness que nos permitirán vivir y sentir el momento presente.
El Mindfulness es un estilo de vida. La palabra mindfulness significa: atención plena o atención consciente y es una práctica que implica centrarse en el aquí y el ahora. Es habitual que mientras estamos comiendo estamos pensando en algo que nos ha pasado anteriormente (lo que hemos o no hemos hecho) o en el futuro (lo que vendrá, lo que pasará) de tal forma que no vivimos al 100% lo que hacemos en el momento presente que es lo que verdaderamente podemos cambiar. Por lo que, el mindfulness activa la vivencia presente para disfrutar la experiencia tal cual es.
Como toda técnica, lo que necesita es entrenamiento, es decir tiempo y práctica. La clave está en que, cada vez que no estemos en el aquí y él ahora nos reconduzcamos al momento presente con amabilidad. Podemos empezar con esta práctica.
Práctica de mindfulness mientras estamos en la playa:
Intentaremos percibir los sentidos en cada actividad que hacemos cuando nos estamos bañando en la playa.
- Prestaremos atención al oler el característico olor de la playa, la sal, la brisa marina, …
- Escucharemos con atención, el viento, las gaviotas, las risas, el ruido de las olas, el chapoteo al entrar en el agua, …
- Podemos mirar el bonito paisaje que tenemos delante de nosotros, disfrutar de las formas que crean las sombras en el agua al moverse, las nubes que se van moviendo y cubriendo y descubriendo el sol, y la gente disfrutando de un día soleado.
- Percibimos la arena bajo nuestros pies mientras caminamos hacia el agua, observamos cómo cambia nuestra temperatura corporal al tocar el agua, el escalofrío que nos recorre, el contraste entre el frío del cuerpo que está bajo el agua y el calor de la parte que aún no está cubierta.
- Cuando estemos en el agua miraremos su color, el paisaje, que hay en nuestro alrededor.
- Tumbados en la toalla, prestaremos atención al tacto de la prenda, la suavidad, … Percibiremos también cómo el sol va calentando nuestra piel en contraste con el frío que teníamos al salir y cómo se van secando poco a poco las gotas de agua del cuerpo.
Todas estas sensaciones que nos conectan con nuestros sentidos nos conectan con el aquí y el ahora, transportándonos a momentos de tranquilidad y bienestar.
La práctica del Mindfulness en verano nos ayudará a vivir unas vacaciones más plenas, y también que los efectos de bienestar de este periodo se prolonguen durante más tiempo. Además, es un momento perfecto para iniciarnos en la práctica, y podemos empezar de forma progresiva. Si necesitas más información, en www.desdelacalma.com hacemos formaciones, durante todo el año, que te pueden ayudar. Felices vacaciones 😊